lunes, 17 de junio de 2013

Juan Carlos Roque: La radio como reflejo de la gente

Por Leandro Estupiñán Zaldívar

Ya van dos encuentros en uno de los locales de la CMKO. Le llaman “Curso-Taller Arte Visual en radio” y participan jóvenes y no tan jóvenes realizadores del país, México y Costa Rica. Todos quieren compartir experiencia con el profesor y radialista cubano.

Se llama Juan Carlos Roque y se graduó de Periodismo en la Universidad de La Habana, en 1985. Vive en Holanda hace 18 años y fue voz en Radio Nederland hasta 2012. Ahora está por Holguín, donde promueve unos de sus últimos empeños, relacionado con la radio, claro está.
Los alumnos lo esperan, pero se toma un minuto para hablar.

¿Cómo llega a las Romerías de Mayo?

Llegué invitado por el presidente del Comité Organizador, Alexis Triana. Hace siete años trabajé el tema de las Romerías, pero sin participar implícitamente. Pero, el hecho de venir a Gibara para un Festival de Cine Pobre me permitió adelantarme y hacer un programa especial con el que di a conocer las Romerías a través de la radio holandesa.

Durante todos estos años he trabajado desde los Países Bajos la capacitación en Latinoamérica con programas de ayuda al desarrollo. He colaborado con emisoras estudiantiles, universitarias, culturales y comunitarias. En estos cursos han estado presentes periodistas y realizadores.

Desde enero tengo mi propia consultoría, Roque Media Consulting, que me permite enseñar estos géneros periodísticos, hacer diseños de parrillas de programación y noticieros. Esto lo hago desde Holanda, donde he podido continuar el trabajo de la producción de radio-documentales, el tema que nos ocupa en esta ocasión.
Desde hace unos veinte años desarrollo el concepto de arte visual en radio, que no es más que propiciar una imagen a través del sonido. La radio es magia, y es posible por la capacidad del realizador para reproducir emociones y recrear escenarios.

¿Cómo ve la radio en estos tiempos un radialista de su clase?

Le sigo viendo mucho futuro. En la medida en que la radio se sume a todo este gran proyecto de las nuevas tecnologías, en la medida en que seamos capaces de tomar lo que es útil, la radio seguirá. El peligro no es tal. Siempre habrá necesidad de escuchar radio, porque es más personal en comparación, por ejemplo, con las redes sociales. Hay emociones y reflexiones que la radio hace inigualables.

¿Dónde adquirió ese amor por la radio? ¿Cómo era el claustro de la carrera cuando estudió periodismo?

Tuve muy buenos maestros: Gladys Pérez, realizadora cubana de muchos quilates; Julio Batista, de Radio Progreso, y Orlando Castellanos, de Radio Habana Cuba. Ellos fueron mis inspiradores. Con ellos aprendí que la radio tenía más que noticias y entrevistas, que podíamos recrear lo que quisiéramos a través del sonido, siempre que pusiéramos el empeño en decir en palabras, música y efectos lo que queríamos expresar, incluso poéticamente. De ellos aprendí que uno puede explorar muchísimas vías, sobre todo investigar. Porque la memoria de los pueblos está quedando, no solo en los libros, sino en la capacidad que ha tenido el hombre de guardar y rescatar sonidos. A veces pensamos que nuestros trabajos pueden ser efímeros y no lo son. El reto es la capacidad que tenga el hombre para preservar lo que pudiera ser efímero. Más ahora con las nuevas tecnologías, que nos permiten grabar mucha información.

¿Cómo es la radio que se hace en Cuba si la compara con la que se hace en otras partes del mundo?

Es buena, una radio con mucha historia y prestigio internacional. Quizás en la medida en que las nuevas generaciones sean capaces de reflejar mucho más la forma de vivir, la forma de actuar, un poco reflejar la vida de los cubanos quizá se va a parecer más a otras radios en el mundo. En muchos lugares la radio es reflejo de la cotidianidad y es la forma de la gente identificarse con sus problemas, a través del testimonio y las vivencias de otros. Es importante entender la radio como factor multiplicador y reflejo de la gente.

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