jueves, 30 de mayo de 2013

Romerías de Mayo: La más genuina tradición de nuestra cultura

Por Moraima Clavijo
Foto: Alexandro

(Palabras de la Directora del Museo Nacional de Bellas Artes, en la inauguración, este sábado, de las muestras Mi amor por el arte, mi amor por Cuba y 20 x 20)
Esta fiesta del arte joven está cumpliendo su vigésimo aniversario. Es imposible imaginar cuántas actividades se habrán realizado en estas dos décadas, qué cantidad de encuentros han tenido lugar, qué personalidades han llegado a esta ciudad y, fundamentalmente, cuántos jóvenes se han sumado a estos festejos, que se les dedican en coordinación directa con la AHS, y de los cuales son protagonistas absolutos.
Ha sido y es un enorme trabajo, de un altruismo y un saldo cultural y político difícil de calcular. En las Romerías no sólo hay espacio para todas las manifestaciones y tendencias, sino que estas dialogan sin esquemas preconcebidos, ocupando su  justo lugar, como siempre debería ocurrir en el arte, que por su propia naturaleza es libre y ajena a toda jerarquía.
Un encuentro como este –seguro que muchos ya lo han dicho y voy a caer en un lugar común-, no tiene comparación con ningún otro que se realice en el país, y estoy segura que es difícil encontrar uno similar incluso más allá de nuestras fronteras.
El Museo Nacional de Bellas Artes, que este año está cumpliendo su primer centenario, ha querido contribuir a esta fiesta de las artes con el envío de una serie de obras de su colección, realizadas por artistas que a lo largo de estos 20 años se han vinculado a las Romerías de Mayo.
Igualmente hemos querido presentarles a ustedes otras 25 piezas de la Donación Brownstone, cuya primicia absoluta la tuvieron estas celebraciones, cuando presentamos por primera vez al público cubano, en esta ciudad, los 39 Retratos imaginarios de Pablo Picasso, sin duda lo más atractivo e importante de este valioso fondo, propiedad del Pueblo de Cuba, que el museo custodia y difunde a lo largo del país.
Son ustedes también los primeros en recibir una segunda muestra del Brownstone, esta vez con obras nuevamente de Picasso, de la serie Flora y fauna de Antibes, de Erró, de Rauschenberg, de Lindner, y una hermosa serie de dibujos eróticos de André Masson.
Agradecemos profundamente que nos den un espacio tan importante como el Centro de Arte para exhibir las obras que hemos traído. También la oportunidad de participar junto a ustedes en esta ocasión excepcional.
El Museo Nacional de Bellas Artes siempre agradecerá, también, que se hayan sumado a la conmemoración de nuestros 100 primeros años.
A todos, sin excepción, nuestra felicitación, nuestro cariño y un abrazo de colegas, que trabajamos por la cultura y estamos cumpliendo años en estos aniversarios que han dado en llamarse cerrados.
Las Romerías aun adolescentes; el Museo ya centenario. Los museos deben ser para siempre, porque su compromiso es preservar y difundir el patrimonio que atesoran. Las Romerías se han colocado también, ya, en la más genuina tradición de nuestra cultura.
Espero que podamos celebrar juntos muchas veces, por encima de todo, el privilegio de formar parte de la enorme riqueza cultural de este país, el nuestro, el que nos ha otorgado la dicha de ser cubanos.

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